Qué ver en Frankfurt
Actividades destacadas
Explora la ciudad a tu ritmo, sin grupos ni prisas.
Viaje a orillas del Rin entre imprenta, vino y catedrales.
Navega el Meno y contempla Frankfurt desde otra perspectiva.
Lo esencial de Frankfurt contado con buen ritmo y curiosidades.
Excursión a Heidelberg en tren
Castillo, río y alma universitaria en la ciudad más romántica.
Free tour por el barrio de Sachsenhausen
Sidra, historia y callejones con sabor local… ¡descúbrelo todo!
Free tour por el Frankfurt alternativo
Otra cara de la ciudad, creativa, rebelde y sorprendente.
Luces, casetas y dulces típicos… ¿hay mejor plan en diciembre?
Cosas que ver en Frankfurt
Hay muchas cosas que ver en Frankfurt que van más allá de sus monumentos y museos. Esta ciudad, considerada un centro financiero clave en Europa, tiene un ritmo vibrante que refleja su importancia económica. La modernidad está presente en su skyline, con rascacielos de cristal que se elevan junto a iglesias medievales y plazas adoquinadas, creando una mezcla armónica entre lo antiguo y lo contemporáneo.
Uno de los rasgos más característicos de Frankfurt es su capacidad para equilibrar tradición y modernidad. Aunque es conocida por albergar el Banco Central Europeo, también cuenta con una escena cultural sorprendentemente rica. Desde pequeñas galerías independientes hasta el Museo de Arte Moderno, que acoge algunas de las propuestas más innovadoras del panorama artístico actual. Además, la ciudad tiene una animada vida de cafés: son perfectos para descansar, leer o simplemente observar el ir y venir de la gente.
En cuanto a gastronomía, Frankfurt tiene una oferta local muy sabrosa. La tradicional sidra de manzana (Apfelwein) es casi un ritual, sobre todo si la pruebas en una taberna típica del barrio de Sachsenhausen. Junto a ella, no faltan las famosas salchichas frankfurt o el «Grüne Soße», una salsa verde de hierbas que se sirve con patatas y huevos cocidos, especialmente en primavera.
La ciudad también es un referente en el ámbito literario. La Feria del Libro de Frankfurt es uno de los eventos culturales más importantes del mundo, atrayendo cada año a miles de editores, escritores y lectores. Es un excelente ejemplo del espíritu innovador y cosmopolita que define a esta metrópoli alemana. Frankfurt sorprende por su diversidad, su energía y su capacidad para ofrecer algo diferente en cada rincón.
Lugares que ver en Frankfurt
Uno de sus rincones más emblemáticos es el Römerberg, una pintoresca plaza medieval en pleno centro histórico, famosa por sus casas de entramado de madera y el antiguo ayuntamiento. Es un lugar ideal para empezar a explorar la ciudad y entender su importancia histórica. Muy cerca, la Iglesia de San Nicolás y el Museo de Historia de Frankfurt completan el recorrido con una mirada al pasado local.
Pero Frankfurt no vive solo del ayer. Su moderno skyline, dominado por rascacielos como el Main Tower, ofrece una imagen muy distinta: la de una ciudad vibrante y en constante evolución. Desde su mirador puedes contemplar una vista panorámica del río Meno y del contraste entre lo clásico y lo contemporáneo. Cruzando el puente Eiserner Steg, repleto de candados y vistas, se llega a Sachsenhausen, un barrio lleno de vida con tabernas tradicionales donde probar la famosa sidra de manzana.
En cuanto a cultura, Frankfurt también tiene mucho que decir. El Museo de Arte Moderno y la Casa de Goethe destacan entre sus muchas opciones, cada uno con su propio enfoque: arte provocador y literatura clásica, respectivamente. Y si lo que buscas es naturaleza dentro de la ciudad, el Palmengarten te sorprenderá con invernaderos, flores exóticas y rincones tranquilos para desconectar del ritmo urbano.
En definitiva, Frankfurt es una ciudad versátil, ideal para quienes buscan arquitectura, historia, arte y espacios verdes. Todo ello hace que haya mucho que ver en Frankfurt y convierte a la ciudad en un destino que merece ser explorado sin prisas.
1. La Plaza Römerberg
Römerberg es la plaza más emblemática del centro histórico de Frankfurt y un lugar lleno de historia y encanto. Rodeada de edificios de entramado de madera con colores vibrantes, ha sido el corazón de la ciudad desde la Edad Media. Uno de sus mayores atractivos es el Römer, el antiguo ayuntamiento del siglo XV, con su característica fachada gótica y tejados puntiagudos. Este edificio no solo destaca por su arquitectura, sino también por haber sido escenario de coronaciones de emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.
En la misma plaza se encuentra la Iglesia de San Nicolás, una joya medieval de estilo gótico que complementa el ambiente histórico del lugar. Römerberg está siempre animada, ya sea con mercados tradicionales, festivales culturales o celebraciones populares. En invierno, se transforma en un mágico mercado navideño, donde puedes probar dulces típicos, artesanía local y el famoso glühwein, el vino caliente especiado.
Además de su belleza y ambiente festivo, Römerberg es un excelente punto de partida para descubrir el casco antiguo de Frankfurt, conocido como Altstadt. Pasear por sus calles adoquinadas es como viajar al pasado, con plazas encantadoras y una arquitectura que ha resistido el paso del tiempo. Es, sin duda, una parada obligatoria para quien quiera conocer el alma de la ciudad.
2. El Museo de Historia de Frankfurt
El Museo de Historia de Frankfurt (Historisches Museum Frankfurt) es uno de los espacios culturales más destacados de la ciudad, ideal para quienes desean conocer a fondo su evolución. Ubicado en pleno centro histórico, junto a la plaza Römerberg, el museo combina un edificio del siglo XIV con modernas instalaciones, creando un ambiente que refleja la mezcla entre pasado y presente.
Sus exposiciones abarcan desde los orígenes de Frankfurt hasta su consolidación como centro financiero de Europa. A través de objetos, documentos y reconstrucciones, se exploran momentos clave como la relación de la ciudad con el Sacro Imperio Romano Germánico o su papel como núcleo comercial en la Edad Media. También hay espacio para abordar la historia más reciente, incluyendo cómo los ciudadanos vivieron épocas de cambio y transformación.
Uno de los aspectos más llamativos del museo es su colección dedicada a la vida cotidiana y la cultura urbana. Desde mobiliario antiguo hasta juguetes y utensilios domésticos, cada pieza ayuda a reconstruir cómo era la vida en Frankfurt a lo largo de los siglos. Además, hay una sección especial sobre Goethe, que ofrece una visión íntima del escritor más célebre de la ciudad.
Este museo no solo expone objetos, sino que invita a vivir la historia con espacios interactivos que hacen del pasado algo cercano y accesible.
Frankfurt, una ciudad que vive entre rascacielos y tradiciones, donde cada rincón cuenta una historia.
Desconocido
3. El skyline
El Palacio de Nymphenburg es uno de los lugares más emblemáticos de Múnich y una parada obligatoria para los amantes de la historia y la arquitectura. Este majestuoso palacio barroco, situado al oeste del centro, fue construido en el siglo XVII como residencia de verano para la familia real bávara. Con el paso del tiempo, se transformó en una opulenta muestra del poder y el gusto aristocrático de la época.
Uno de los mayores atractivos del palacio son sus espectaculares jardines, que se extienden como un oasis verde lleno de canales, estatuas y senderos arbolados. Es un lugar perfecto para pasear con calma, desconectar del bullicio urbano y disfrutar del entorno natural. Dentro del complejo también se encuentra el Marstallmuseum, que expone una curiosa colección de carruajes y trineos utilizados por la realeza, y el Amalienburg, un pequeño pabellón rococó que sirvió como retiro de caza.
En el interior del palacio, los visitantes pueden explorar estancias decoradas con frescos, tapices y mobiliario original. Entre ellas, destacan la Sala de los Espejos, con su ornamentación dorada, y la Sala de Mármol, que refleja el gusto por el lujo de la corte bávara. Visitar Nymphenburg es una oportunidad de asomarse al esplendor de una época en la que la nobleza vivía rodeada de arte, belleza y grandiosidad.
4. El puente de hierro Eiserner Steg
El puente de hierro Eiserner Steg es uno de los puntos más icónicos de Frankfurt, que conecta el centro histórico de la ciudad con el distrito de Sachsenhausen, famoso por su ambiente bohemio y sus tabernas tradicionales. Construido en 1868, el Eiserner Steg es un puente peatonal que cruza el río Meno, ofreciendo unas vistas espectaculares del skyline de Frankfurt y del Römer, el ayuntamiento medieval de la ciudad.
Este puente de hierro no solo es un medio de conexión, sino que también es un lugar cargado de historia y tradición. A lo largo de los años, ha sido testigo de importantes momentos históricos y se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Hoy en día, el Eiserner Steg es especialmente popular entre los turistas y los habitantes locales, que disfrutan de paseos tranquilos mientras aprecian las vistas panorámicas.
Una de las tradiciones más conocidas del puente es la costumbre de los candados de amor, donde parejas de todo el mundo dejan su marca asegurando un candado en las vallas del puente, simbolizando su amor eterno. Este pequeño gesto ha añadido un toque romántico al Eiserner Steg, convirtiéndolo en un símbolo del amor y la unión.
5. El Palmengarten
El Palmengarten de Frankfurt es uno de los jardines botánicos más hermosos y extensos de Alemania, ofreciendo un refugio de naturaleza y tranquilidad en medio de la ciudad. Fundado en 1868, este jardín es un verdadero paraíso para los amantes de las plantas y la jardinería, con una colección impresionante de especies tropicales y exóticas provenientes de todo el mundo.
El Palmengarten está dividido en varias zonas temáticas, lo que permite a los visitantes explorar diferentes tipos de jardines. Entre las áreas más destacadas se encuentran el invernadero tropical, donde se pueden observar plantas de climas cálidos como palmeras y helechos gigantes, y el jardín de rosas, que durante la temporada estival se llena de colores vibrantes y aromas suaves.
Uno de los puntos más interesantes del Palmengarten es el jardín de cactus y suculentas, que alberga una asombrosa colección de plantas adaptadas a climas áridos. Además, los lagos y canales que atraviesan el parque, junto con su paisajismo cuidado, crean un ambiente ideal para paseos relajantes, picnics o simplemente para disfrutar de un día de sol.
6. La Casa de Goethe
La Casa de Goethe en Frankfurt es una visita obligada para quienes quieran sumergirse en la historia y la literatura alemana. En este edificio, situado en pleno centro de la ciudad, nació en 1749 Johann Wolfgang von Goethe, uno de los escritores más influyentes de Europa. Hoy, la casa funciona como museo y permite conocer de cerca cómo fue la infancia y juventud del autor en un entorno burgués del siglo XVIII.
La vivienda ha sido restaurada con detalle y conserva muebles originales, objetos cotidianos y retratos de la familia Goethe, lo que permite imaginar cómo era la vida en aquella época. Especialmente interesante es el estudio del escritor, donde se dice que escribió sus primeros poemas. Además, en las salas del museo se pueden ver primeras ediciones de obras tan famosas como Fausto o Las penas del joven Werther, piezas fundamentales de la literatura universal.
El recorrido incluye también su biblioteca personal, una colección de libros que revelan los intereses intelectuales de Goethe y sus influencias filosóficas. Este espacio aporta una visión más íntima del autor y su proceso creativo. Si estás explorando Frankfurt que ver, este museo es una parada ideal para entender la dimensión cultural de la ciudad y descubrir un rincón cargado de historia literaria.
Que ver en Frankfurt en un dia
Si solo tienes un día en Frankfurt, hay varios lugares imprescindibles para aprovechar al máximo tu tiempo. Comienza tu jornada en el Römerberg, la plaza principal del casco antiguo, donde podrás admirar las casas de entramado de madera y el emblemático Römer, el antiguo ayuntamiento. Desde allí, date un paseo por la Altstadt, un barrio lleno de historia, rincones fotogénicos y ambiente local.
Después, acércate a la Catedral de San Bartolomé, una imponente iglesia gótica que marcó la historia del Sacro Imperio Romano Germánico. Si te animas a subir a su torre, disfrutarás de una panorámica espectacular de la ciudad. Muy cerca, el Eiserner Steg, un puente peatonal de hierro sobre el río Meno, ofrece otra perspectiva única del skyline de Frankfurt y conecta con el animado barrio de Sachsenhausen.
Para quienes disfrutan del arte y la cultura, el Museo de Arte Moderno o el Museo de Historia de Frankfurt son excelentes opciones, según tus intereses. Pero si prefieres un momento tranquilo, el Palmengarten es un oasis verde perfecto para pasear entre plantas exóticas y desconectar un rato del bullicio urbano.
Y para cerrar el día con buen sabor de boca, nada mejor que una vuelta por la Zeil, la principal calle comercial de la ciudad, ideal para compras, picoteo o simplemente observar el ritmo de la vida local. Si te preguntas qué ver en Frankfurt en un día, este itinerario combina lo esencial con un poco de todo: historia, cultura, naturaleza y vida moderna.
Que ver en Frankfurt y alrededores
También merece una visita la Catedral de San Bartolomé, un majestuoso ejemplo de arquitectura gótica, y el Museo de Arte Moderno, que alberga una impresionante colección de arte contemporáneo.
En cuanto a los alrededores, a poca distancia se encuentra Wiesbaden, famosa por sus aguas termales y su arquitectura de estilo Belle Époque. Relájate en el Kurhaus, un elegante balneario rodeado de jardines y fuentes, ideal para desconectar en un entorno señorial.
Otro destino cercano que vale la pena es Heidelberg, una ciudad de cuento conocida por su castillo en ruinas y su prestigiosa universidad. Pasear por sus calles adoquinadas te hará sentir como en otra época, y las vistas desde lo alto del castillo, sobre el río Neckar, son simplemente espectaculares.
Si lo tuyo es el vino y el paisaje, explora la región vinícola de Rheingau, con pueblos encantadores a orillas del Rin, bodegas históricas y el reconocido vino Riesling. Aquí puedes combinar naturaleza, cultura y buena gastronomía con una copa en la mano.
Y si buscas naturaleza en estado puro, el Parque Nacional de la Selva de Spessart ofrece rutas de senderismo entre frondosos bosques. Además, el Palacio de Johannisberg, también en Rheingau, es ideal para disfrutar de la historia local en un entorno con vistas al valle del Rin.
Ya sea cultura, relax, vino o paisajes, los alrededores de Frankfurt tienen mucho que ofrecer más allá de la ciudad.
Qué ver en Frankfurt en Navidad
Uno de los principales atractivos es el Mercado de Navidad de Römerberg, que se celebra en la plaza principal del casco antiguo. Este mercado, rodeado de casas medievales y el Römer, el antiguo ayuntamiento, se llena de puestecitos de madera que venden productos artesanales, decoraciones navideñas y dulces tradicionales como el stollen (pan de Navidad alemán).
Otro mercado famoso es el Mercado de Navidad de la Plaza de la Catedral, que se celebra junto a la Catedral de San Bartolomé. Aquí puedes disfrutar de la atmósfera navideña mientras compras regalos únicos y pruebas especialidades bávaras, como las salchichas y el glühwein (vino caliente especiado). Además, la catedral iluminada crea un ambiente aún más impresionante por la noche.
El Palmengarten, el jardín botánico de Frankfurt, también celebra la Navidad con su mercado navideño y un espectacular jardín de invierno. La decoración festiva y las luces brillantes hacen de este un lugar perfecto para un paseo tranquilo en un entorno natural.
Si te gustan las tradiciones, no te pierdas la Casa de Goethe, que organiza eventos especiales y exposiciones relacionadas con las festividades de Navidad, ofreciendo una visión única de cómo se celebraba la temporada en tiempos pasados.
Para una experiencia navideña más tradicional, puedes disfrutar de las tabernas de Apfelwein en Sachsenhausen, donde el vino caliente y las especialidades de invierno te esperan en un ambiente acogedor y festivo.
Que ver en Frankfurt de noche
Uno de los principales atractivos es el Mercado de Navidad de Römerberg, que se celebra en la plaza principal del casco antiguo. Este mercado, rodeado de casas medievales y el Römer, el antiguo ayuntamiento, se llena de puestecitos de madera que venden productos artesanales, decoraciones navideñas y dulces tradicionales como el stollen (pan de Navidad alemán).
Otro mercado famoso es el Mercado de Navidad de la Plaza de la Catedral, que se celebra junto a la Catedral de San Bartolomé. Aquí puedes disfrutar de la atmósfera navideña mientras compras regalos únicos y pruebas especialidades bávaras, como las salchichas y el glühwein (vino caliente especiado). Además, la catedral iluminada crea un ambiente aún más impresionante por la noche.
El Palmengarten, el jardín botánico de Frankfurt, también celebra la Navidad con su mercado navideño y un espectacular jardín de invierno. La decoración festiva y las luces brillantes hacen de este un lugar perfecto para un paseo tranquilo en un entorno natural.
Si te gustan las tradiciones, no te pierdas la Casa de Goethe, que organiza eventos especiales y exposiciones relacionadas con las festividades de Navidad, ofreciendo una visión única de cómo se celebraba la temporada en tiempos pasados.
Para una experiencia navideña más tradicional, puedes disfrutar de las tabernas de Apfelwein en Sachsenhausen, donde el vino caliente y las especialidades de invierno te esperan en un ambiente acogedor y festivo.
Qué ver en Frankfurt en 3 días
Frankfurt en Navidad se transforma en un lugar mágico lleno de luces, mercados festivos y un ambiente acogedor que hace que la ciudad sea aún más encantadora durante la temporada navideña. Uno de los principales atractivos es el Mercado de Navidad de Römerberg, que se celebra en la plaza principal del casco antiguo. Este mercado, rodeado de casas medievales y el Römer, el antiguo ayuntamiento, se llena de puestecitos de madera que venden productos artesanales, decoraciones navideñas y dulces tradicionales como el stollen (pan de Navidad alemán).
Otro mercado famoso es el Mercado de Navidad de la Plaza de la Catedral, que se celebra junto a la Catedral de San Bartolomé. Aquí puedes disfrutar de la atmósfera navideña mientras compras regalos únicos y pruebas especialidades bávaras, como las salchichas y el glühwein (vino caliente especiado). Además, la catedral iluminada crea un ambiente aún más impresionante por la noche.
El Palmengarten, el jardín botánico de Frankfurt, también celebra la Navidad con su mercado navideño y un espectacular jardín de invierno. La decoración festiva y las luces brillantes hacen de este un lugar perfecto para un paseo tranquilo en un entorno natural.
Si te gustan las tradiciones, no te pierdas la Casa de Goethe, que organiza eventos especiales y exposiciones relacionadas con las festividades de Navidad, ofreciendo una visión única de cómo se celebraba la temporada en tiempos pasados.
Para una experiencia navideña más tradicional, puedes disfrutar de las tabernas de Apfelwein en Sachsenhausen, donde el vino caliente y las especialidades de invierno te esperan en un ambiente acogedor y festivo.
