Qué ver en Düsseldorf
Actividades destacadas
Conoce el casco antiguo y su historia en un paseo introductorio.
Descubre la ciudad a tu ritmo con un guía solo para ti.
Recorrido completo por los principales puntos de interés con guía local.
Navega por el Rin y contempla la ciudad desde otra perspectiva.
Cosas que ver en Düsseldorf
Cuando piensas en escapadas urbanas en Alemania, quizás Düsseldorf no sea la primera en venirte a la cabeza… pero debería. Si te estás preguntando qué ver en Düsseldorf, prepárate para una ciudad moderna, creativa y con mucho estilo.
El arte está por todas partes: en sus museos, en sus calles y hasta en sus edificios. Düsseldorf tiene una escena cultural vibrante, con teatro, exposiciones contemporáneas y conciertos para todos los gustos. Y si la noche te llama, la ciudad responde con una vida nocturna animada, especialmente en la Altstadt, el casco antiguo, donde cada esquina es un bar y la Altbier —la cerveza local— se convierte en protagonista.
Para los que disfrutan con las compras, el paseo por Königsallee es casi obligatorio. Esta elegante avenida, flanqueada por canales y árboles, reúne boutiques de lujo, escaparates de diseñador y cafés con encanto. Aunque no compres nada, el ambiente y el diseño del lugar ya valen la visita.
Y si te interesa la arquitectura, no puedes dejar pasar el Media Harbour, un antiguo puerto reconvertido en un espacio moderno donde se mezclan edificios históricos con creaciones de arquitectos internacionales. Es un rincón ideal para los amantes del diseño urbano y la fotografía.
Düsseldorf no se recorre, se disfruta. Una ciudad que sabe combinar el arte, el estilo y la tradición con un ritmo actual y cosmopolita. Perfecta para una escapada con personalidad.
Lugares que ver en Düsseldorf
Entre las muchas cosas que ver en Düsseldorf, hay una mezcla irresistible de tradición, arquitectura moderna y rincones con mucho ambiente.
Empieza por la mítica Altstadt, el casco antiguo, apodado con cariño “el bar más largo del mundo”. Sus estrechas calles adoquinadas están repletas de bares donde se sirve la famosa Altbier, la cerveza local. Aquí se mezclan turistas, vecinos y ese ambiente alemán desenfadado que te hace sentir parte del lugar desde el primer brindis.
Muy cerca, pero con un aire completamente distinto, está el Media Harbour, un antiguo puerto industrial reconvertido en epicentro de diseño y arquitectura contemporánea. Entre sus edificios más llamativos destacan las obras del arquitecto Frank Gehry, perfectas para quienes disfrutan del contraste entre lo histórico y lo vanguardista. Y si te entra el hambre, la zona está llena de restaurantes con vistas al Rin.
No puede faltar un paseo por la elegante Königsallee —más conocida como “la Kö”—, un paraíso para los amantes de la moda, con boutiques exclusivas y un canal central que la convierte en una de las avenidas más fotogénicas de Europa.
Y si te apetece un rato más tranquilo, relájate en el Rheinpromenade. Este paseo junto al río invita a tomarte algo en una terraza, ver el atardecer o incluso subirte a un barco para descubrir la ciudad desde el agua.
1. Media Harbour
A orillas del Rin, en una de las zonas más dinámicas de Düsseldorf, el Media Harbour se ha convertido en un punto clave para quienes buscan un plan diferente. Lo que antes fue un puerto industrial, hoy es un espacio moderno y lleno de vida, perfecto para pasear sin prisas.
Lo primero que llama la atención son sus edificios: formas imposibles, estructuras que parecen moverse y un paisaje urbano que cambia a cada paso. Entre ellos, destacan los diseñados por Frank Gehry, que han dado al barrio una personalidad propia. Aquí, lo antiguo convive con lo nuevo en un equilibrio muy fotogénico.
Pero no todo es arquitectura. Esta zona también es ideal para sentarse en una terraza y comer bien. Hay restaurantes con vistas al río, opciones para todos los gustos y un ambiente animado desde la hora del café hasta la última copa.
Y si prefieres moverte, puedes recorrer los muelles, alquilar una bici o simplemente dejarte llevar por el ritmo tranquilo del paseo. Desde algunos puntos, las vistas del Rin y la ciudad son de las que invitan a quedarse un rato más.
El Media Harbour es ese lugar donde todo encaja: diseño, comida, paseo y buenas fotos. Ideal para una tarde diferente en Düsseldorf.
2. Königsallee
Si estás organizando una escapada y te preguntas qué ver en Düsseldorf y alrededores, hay un lugar que no puede faltar en tu ruta: la elegante Königsallee, más conocida como “la Kö”. Esta avenida no es solo una meca para los amantes de las compras, también es uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad.
A un lado y otro del canal central se alinean boutiques de diseñador, tiendas de lujo y escaparates que parecen de revista. Pero lo mejor es que no hace falta comprar nada para disfrutar del paseo: sus amplias aceras, los árboles que bordean el canal y la mezcla de arquitectura clásica y moderna hacen que recorrerla sea un planazo en sí mismo.
Además, entre compra y compra —o entre paseo y fotos— puedes parar en uno de los muchos cafés y restaurantes con terraza. Sentarse, tomar algo y ver pasar la vida es parte de la experiencia, sobre todo en los días soleados o en pleno ambiente navideño, cuando las luces decoran cada rincón.
Y si te apetece algo más cultural, por la zona hay varias galerías de arte y pequeñas exposiciones que completan la visita con un toque artístico. Todo está cerca, accesible y con ese aire cosmopolita que define a Düsseldorf.
Lo mejor es que, en los alrededores, tienes mil opciones más para continuar tu ruta. Desde pueblos con encanto hasta zonas naturales perfectas para desconectar, esta ciudad y lo que la rodea tienen mucho que ofrecer.
Düsseldorf es un lugar donde la creatividad y el comercio se encuentran, creando un dinamismo único en Europa.
René Benko
3. El Museo Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen
Un solo día en Düsseldorf y ganas de empaparte de arte? Entonces hay una parada que no puede faltar en tu itinerario: el Museo Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen. Este conjunto de espacios expositivos es mucho más que un museo: es una puerta abierta a la creatividad del siglo XX y XXI, ideal para quienes buscan algo más que fotos bonitas en su visita.
Repartido en dos sedes principales, el K20 y el K21, ofrece experiencias muy diferentes pero complementarias. El K20, ubicado en pleno centro, deslumbra con su arquitectura moderna y una colección que incluye obras maestras de Picasso, Paul Klee o Kandinsky. Es perfecto para pasear entre los grandes nombres del arte moderno sin sentirte abrumado.
A pocos minutos, el K21 te espera con una propuesta más inmersiva. Aquí no solo se contempla arte: se vive. Las instalaciones interactivas y piezas contemporáneas te invitan a participar, explorar y dejarte sorprender. Ideal si te apetece algo más experimental y diferente.
Ambos espacios se renuevan constantemente gracias a sus exposiciones temporales, que suelen conectar arte, tecnología y sociedad de forma fresca y actual.
Y como están bien ubicados, puedes aprovechar para continuar tu recorrido por otros puntos clave del centro, como el paseo junto al Rin, la Altstadt o la elegante Königsallee. Si te preguntas Düsseldorf qué ver en un día, esta parada te dejará con la sensación de haber tocado algo especial de la ciudad.
4. El Altstadt
Dicen que para conocer de verdad una ciudad, hay que perderse en su barrio más antiguo. En Düsseldorf, eso significa adentrarse en el Altstadt, un rincón lleno de carácter, historia y buen ambiente. Aquí, cada calle adoquinada guarda una historia, y cada esquina tiene algo que invitarte a probar o descubrir.
Conocido con humor como “el bar más largo del mundo”, este barrio está repleto de tabernas tradicionales donde la Altbier —la cerveza local— corre sin parar. Siéntate en cualquier mesa, pide una jarra y deja que el camarero la reponga mientras sigas bebiendo, una costumbre tan peculiar como divertida.
Además del tapeo y las cervezas, el Altstadt ofrece un paseo por siglos de historia. La Iglesia de San Lamberto, con su torre torcida, no pasa desapercibida y se ha convertido en uno de los símbolos más curiosos de la ciudad. Muy cerca, en la Burgplatz, puedes disfrutar de vistas al Rin y de un ambiente relajado donde se mezcla lo medieval con lo moderno.
Y cuando cae la noche, el barrio se transforma. Luces, música y un ambiente animado llenan las calles de vida. Tanto si vas en busca de una cena tranquila como si prefieres mover el esqueleto hasta tarde, aquí encontrarás tu sitio.
El Altstadt no es solo el corazón antiguo de Düsseldorf: es un lugar donde siempre está pasando algo. Solo hay que dejarse llevar.
5. La Rheinpromenade
Si lo tuyo es pasear sin rumbo fijo mientras disfrutas de buenas vistas y mejor ambiente, la Rheinpromenade de Düsseldorf es tu sitio. Este paseo junto al río Rin ofrece una de las imágenes más agradables de la ciudad: agua, puentes, barcos pasando y una brisa suave que invita a caminar sin prisas.
Con su diseño amplio y despejado, es ideal para montar en bici, dar un paseo al atardecer o sentarte en una terraza a ver la vida pasar. A lo largo del recorrido encontrarás cafés y restaurantes con terrazas abiertas, perfectos para tomar algo mientras disfrutas del paisaje fluvial y del ir y venir de la gente.
Desde aquí puedes acercarte fácilmente a lugares tan distintos como el moderno Media Harbour, con su arquitectura llamativa, o el animado Altstadt, el casco antiguo lleno de bares y historia. Esta conexión entre lo tranquilo y lo vibrante es una de las cosas que hacen tan especial este paseo.
Cuando llega el buen tiempo, la Rheinpromenade se llena de vida: conciertos al aire libre, pequeñas ferias, artistas callejeros y un ambiente relajado que lo convierte en punto de encuentro para locales y visitantes.
Una parada imprescindible si te preguntas qué ver en Düsseldorf.
Que ver en Düsseldorf en Navidad
Cuando diciembre llega a Düsseldorf, la ciudad se transforma en un auténtico cuento de invierno. Las luces lo envuelven todo, los aromas de canela y salchichas llenan el aire y cada rincón invita a quedarse un rato más. Si buscas que ver en Düsseldorf en Navidad, prepárate para una mezcla perfecta de tradición, ambiente y alegría.
El epicentro de la celebración es el Mercado de Navidad, repartido por varias plazas, aunque destacan especialmente la Plaza del Mercado y la elegante Königsallee. Los puestos de madera, decorados con esmero, ofrecen artesanía local, adornos navideños y delicias típicas como el pan de jengibre o un buen vaso de vino caliente. Todo acompañado por la música y el ir y venir de gente con las manos llenas de regalos.
En el Altstadt, el casco antiguo, la magia continúa. Las luces navideñas iluminan las calles adoquinadas y los cafés se llenan de conversación, calor y espíritu navideño. Aquí es fácil perderse entre tiendas que ofrecen productos únicos y escaparates que parecen salidos de una postal.
Para los que buscan un momento más tranquilo, la Iglesia de San Lamberto es parada obligatoria. Durante estas fechas, ofrece conciertos navideños que llenan el espacio de música y emoción. Y si te apetece un plan diferente, la ciudad también propone exposiciones y eventos culturales para todos los gustos.
Düsseldorf en Navidad no se limita a lo visual: se vive con todos los sentidos. Una escapada ideal para quienes quieren disfrutar de estas fechas con un toque especial.
Qué ver en Düsseldorf y alrededores
A solo media hora en coche, Bonn te espera con su aire elegante y su historia a flor de piel. Antiguamente capital de Alemania Occidental, hoy es una ciudad tranquila donde puedes visitar el Museo de Beethoven, pasear junto al Rin o relajarte en alguno de sus cuidados parques.
Un poco más lejos, pero absolutamente imprescindible, está Colonia. Su imponente catedral gótica te dejará sin palabras, y su casco antiguo, lleno de vida y buen ambiente, es ideal para perderse entre cervezas locales, tiendas y callejuelas con encanto.
Si lo tuyo es el senderismo y la naturaleza, pon rumbo al Parque Nacional de la Suiza Sajona. A unas dos horas de Düsseldorf, este paraíso natural ofrece rutas espectaculares entre formaciones rocosas, bosques frondosos y miradores con vistas al río Elba que te harán parar más de una vez.
Y si te apetece un plan con sabor, la región vinícola de Ahr Valley es perfecta para una escapada tranquila. Viñedos en terrazas, bodegas familiares y pueblos pintorescos donde probar un buen tinto local en un entorno de postal.
¿Más opciones? Koblenz, donde los ríos Rin y Mosela se abrazan bajo la imponente fortaleza Ehrenbreitstein. Subir hasta ella y contemplar las vistas es un broche de oro para un día diferente fuera de la ciudad.
